Procedimientos en plantas curativas |
Las hierbas medicinales demandan de un tratamiento
apropiado que se debe seguir en la preparación y dosificación para conseguir los resultados idóneos.
La herbologia médica entiende el uso con fines
curativos de hierbas, plantas, arboles y sus derivados. De una misma planta se
pueden utilizar las hojas, las flores, la raíz, el tallo o los frutos; además,
cada planta puede tener diferentes aplicaciones o propiedades, obedece en
cierto modo de la forma en que se disponga la parte de la planta que desea
utilizarse. Hay plantas cuyos efectos son para uso externo y otras para uso
interno
.
La eficacia de algunas plantas curativas cuando se
las prepara en composición con otras hierbas; en algunos casos acrecienta su
efecto medicinal, pero en otros casos su efecto
se reduce y se pierde, y hasta puede resultar dañino. Por eso las
composiciones deben efectuarse siguiendo las indicaciones del caso.
Las formas más frecuentes del uso curativo de las
plantas son los cocimientos y las infusiones. La infusión se dispone echando
agua hirviendo sobre una cantidad apropiada de hojas, flores, raíces y corteza
dispuesta para este fin; debe tomarse preferentemente después de las comidas
(salvo otra indicación); puede beberse fría o caliente y repetirse 2o 3 veces al
día. Las dosis apropiadas para cada edad se explican en la sección de
preparación y dosificación de cada planta.
La dosis siguiente es la más popularizada; puede usarse
si no hay otra indicación en la sección de las plantas o las enfermedades:
Bebes: hasta dos años, 1/3 de cucharadita (cada) por
taza, o sea cinco gotas por taza.
Niños: de dos a doce años, ½ cucharada (cada) por
taza, o sea ½ onza.
Adultos: de doce años en adelante, una cucharada
(cada) por taza, o sea una onza.
Cuando sea preciso hervir agua para disponer una
infusión, o hacer un cocimiento, es mejor recurrir a utensilios de acero
inoxidable o de barro. Evite en lo posible emplear ollas o teteras de aluminio,
ya que este metal puede reaccionar en forma toxica al ponerse en contacto con
los compuestos químicos de algunas plantas, cuando se exponen a la acción del
calor.
Los tejidos vegetales suaves (hojas y flores) se
deben disponer como infusión (té apagado). Pero cuando se manejan tejidos más
duros o resistentes como madera,
corteza, raíz o semillas, estas deben disponerse como cocimiento (té hervido).
Las piezas no resistentes de la planta (hojas y
flores) al ser utilizadas y los vegetales, frutas frescos, es necesario
lavarlos con agua, y lo posible con jabón. Las piezas más resistentes como
tallos, raíces, semillas y algunas hojas, se deben lavar con jabón y
restregarse con cepillo, ya que en la mayoría de los materiales inspeccionados
al microscopio, se observan restos
contaminantes de animales como materias fecales y otras sustancias. Las hierbas
curativas vendidas comercialmente no requieren este procedimiento.
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